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LA NUMEROLOGÍA Y LOS CICLOS DE LA VIDA
Por
Juan Carlos Pons López
A
través de la Numerología, a través del nombre, apellido de la persona y la
fecha de nacimiento, podemos conocer aquellos automatismos del yo y que marcan
las tendencias del pasado, presente y futuro, así como la dirección de vida que
ha elegido el Sujeto en nosotros. La Numerología Iniciática no nos define un
concepto de destino como algo inexorable, nos muestra aquellas cosas que
podrían ocurrir si nosotros continuamos sin cambiar a voluntad nuestro destino
desde el Sujeto en nosotros.
Toda
la existencia en el Universo está compuesta de ciclos: los ciclos de
crecimiento de la naturaleza –primavera, verano, otoño e invierno-, los ciclos
lunares, los ciclos de las mareas, el día y la noche, etcétera. El propósito de
la periodicidad de estos ciclos es regular el inicio, progreso, desarrollo,
madurez y su muerte o transmutación hacia otro estado.
De
acuerdo con el Kybalion, manual de conocimiento esotérico antiguo, existe un
ritmo en el Cosmos. Mediante la Numerología, podemos entender las leyes que
rigen estos ciclos y de esta manera conocer los mejores momentos para actuar y
en consecuencia cosechar mejores frutos. Cuando nos movemos de acuerdo con el
ritmo de cada ciclo, pero en ejercicio de nuestro libre albedrío, nos
armonizamos con el cosmos.
También
es muy importante la consideración acerca de los momentos de transición entre
un ciclo y otro. Los cambios de ciclos representan momentos en donde la energía
cambia de vibración y se debe realizar la reorientación energética necesaria.
Los
ciclos podemos verlos como engranajes de un reloj suizo: unos más grandes, otros
medianos, otros muy pequeños que se intersectan entre sí.
Estos
ciclos (de corta, de mediana y de larga duración) se simbolizan a través de las
nueve vibraciones de los nueve dígitos básicos.
A
pesar que las ruedas más grandes se mueven más lentamente, estas ruedas grandes
sirven para poner en movimiento las pequeñas, a través de las medianas. Sin
embargo, lo más importante es observar como el conjunto de todas las ruedas
–pequeñas, medianas y grandes- obedecen a una sincronización perfecta donde
todo está en su lugar.
Uno
de los números que representan estos ciclos es el número de destino o misión de
vida. Este número es el más importante de la carta numerológica porque
representa tu ciclo más grande –tu ciclo de vida completo-. Representa una
vibración de vidas anteriores. Se puede ver como un ciclo, el más largo, el que
dura toda la vida. Es un camino de aprendizaje, es como el mapa del viaje que
venimos a recorrer en la vida (recorrido con el vehículo de la personalidad).
Genera como destino aquellas experiencias que permitan aprender y cumplir su
destino. Venimos a aprender a equilibrar dicho número.
Se
calcula con la fecha completa de nacimiento y aquí si se reducen los números a
un número de dos dígitos y luego a un número de un dígito. Los pasos
intermedios no se cuentan. El número de un dígito es la misión de vida, pero el
número de dos dígitos le da un matiz de mayor entendimiento de dicho destino.
El
número de madurez es el segundo ciclo mayor y comienza a manifestarse cuando la
persona madura evolutivamente. Puede ser tomado por fijar ideas entre los 25 a
35 años en adelante, pero esto depende de la persona. Sirve para constatar que
vamos bien, sirve como consejo y también como advertencia. Este número de madurez
o meta final también sirve para integrar todos los números de la carta
numerológica. Comienza a surgir cuando ya la persona ha estabilizado su vida,
habiendo cerrado los ciclos de la infancia, la adolescencia, la juventud e
inclusive la temprana madurez. Una vez la persona ha llegado a este punto,
adquiere mayor conciencia de su vida, auto-conocimiento y de la dirección que
su vida debe tomar.
El
ciclo del destino dura toda tu vida del nacimiento a la muerte. Es el plan
maestro. A su vez, este ciclo se divide en cuatro etapas. Cada etapa tiene un
número así llamado de oportunidad y un número de desafío, y se interpreta a la
luz de su relación con el número de destino.
Los ciclos llamados de mediana duración
son ciclos anuales, y los llamados ciclos rectores de la edad, mientras que los
de corta duración se refieren a ciclos mensuales o ciclos de 9 días también.
Igualmente los días serían ciclos de muy
corta duración. Los ciclos anuales o mensuales se refieren a año y mes calendario,
indistintamente de cuál sea la fecha de nacimiento de la persona, comienzan el
1 de enero y terminan el 31 de diciembre del año calendario en cuestión.
Y por supuesto, la facilidad o
dificultad que la persona pueda vivenciar en el desarrollo de sus ciclos debe
integrarse a los números que se refieren más al autoconocimiento personal,
número de nombre, número de apellido, yo interno, yo externo, personalidad y
los números en falta en el psiquismo.
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Academia Júpiter
Director: Juan
Carlos Pons López
Astrología – Tarot – Numerología –
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