ACADEMIA JÚPITER Hermetismo: EL HERMETISMO, EL CAMINO DE LA TRANSFORMACIÓN PERSONAL

EL HERMETISMO, EL CAMINO DE LA

TRANSFORMACIÓN PERSONAL

por Juan Carlos Pons López

¡Saludos Amigo lector! Esta semana traigo ante ti un tema fundamental. Seguro has oído hablar bastante acerca del Hermetismo, pero puede que no te quede claro exactamente en qué consiste, ya que en relación con este tema existe mucho imaginario acerca del término. ¿Te interesa aclarar ideas? ¡Acompáñame!

La palabra “Hermetismo” surge porque son las Enseñanzas que transmitió Hermes Trismegisto, sabio egipcio, en el siglo II d.C, y cuyo nombre significa “El Tres Veces Grande”, Enseñanzas que expone ese conocimiento original que nos fue negado por los dioses que quedó codificado en distintas manifestaciones artísticas para que sea un saber cerrado y sólo llegue a las personas que están en condiciones de recibir ese conocimiento.

La buena noticia es que en estos tiempos, el Hermetismo le corresponde dejar de ser Hermético para que sea un conocimiento utilizado por la mayor cantidad de seres humanos que sea posible.

En la base fundamental, estas Enseñanzas colocan al Ser Humano en la posición de un dios Creador de Su Propia Realidad. Realidad Propia que puede ser creada a partir no de fórmulas mágicas, de recetas, de cosas externas a él. Pero convertirse en este estado requiere todo un Camino de Transformación Personal.

Este camino inicia con desactivar en cada uno de nosotros frases como “no puedo”, “no tengo”, “no debo” o “no sé”, es decir, desactivar todas las justificaciones que nos impiden avanzar en Nuestro Propio Camino.

Inicia por comprender que si la realidad que vivimos no es la que deseamos, es porque hay en cada uno de nosotros una programación automática, que viene de ideas y emociones instaladas por la sociedad en la que nacimos, por nuestros padres, por la situación social, política, económica de la época en que nacimos, por nuestros profesores, por la música, la religión y un largo etcétera.

Esa programación tiene un sentido: nos propone que sobrevivamos, por lo cual este conjunto de programaciones –a las cuales el psicoanálisis le llama el yo- tienen límites en lo que puedo, tengo, debo o sé. Y es que mucho del psicoanálisis de Freud y de Lacan es de contenido Hermético.

Pero ese conjunto de programaciones no somos nosotros. Nosotros, estimado lector, somos el Sujeto que habita este cuerpo físico –que no es más que un vehículo para experimentar la tercera dimensión y la Tierra- Somos la Conciencia que se Reconoce en Existencia.

Este Sujeto –también así llamado por el psicoanálisis- es quien debe tomar decisiones en nuestras vidas y no permitirle a ese yo que interfiera con el Deseo del Sujeto en cada uno de nosotros.

Y claro, como ese falso yo nos otorga un sentido de identidad, normalmente le hacemos caso. Y este yo no está para hacernos felices, sino para que sobrevivamos. Más en este momento, la energía que ingresa a la Tierra no es de conformarnos con la sobrevivencia. Es la de facilitarnos ser dioses creadores de realidad propia.

Y en realidad, cuando hablamos del yo, este yo es en realidad un falso yo, ya que de nosotros no tiene algo. Este yo es en realidad el otro en nosotros, los deseos de otro de lo que quiere que seamos. Más, ¿dónde está Nuestro Deseo como Sujeto?

Lo curioso es que defendemos a este falso yo con justificaciones todo el tiempo. Ya Carlos Castaneda, en su libro “Las Enseñanzas de Don Juan” habla claramente de este tema y del sentido de la importancia personal que nos invade, y que en realidad es nuestro principal enemigo. Este trabajo de Castaneda también tiene bases de Hermetismo.

El Hermetismo es una Enseñanza de teoría, filosofía y práctica que te brinda las herramientas metodológicas para Crear Tu Propia Realidad.

No nos propone un camino inmediatista, fórmulas mágicas, hacemos esto o hacemos aquello y ya. No. Es todo un recorrido de transformación personal en el cual la Humildad es un factor clave. Solamente aceptando que somos lo que negamos, es la única forma de cambiarlo. No podemos cambiar nada que pensemos que es externo a nosotros, sino únicamente podemos cambiarnos a nosotros mismos.

Por eso, este camino acaba con la justificación clásica que lo que nos ocurre es por culpa de otro. Ese otro puede hacer aquello que guste, igual que nosotros. Solamente que nosotros decidimos cuál es la respuesta que damos para no ponernos en posición de víctima de otro.

Una práctica Hermética bastante común es interrogarnos: ¿por qué no alcanzamos aquello que deseamos? Y entendiendo que tiene que ver con una falla en nuestra programación del yo, de una información que no poseemos y para la cual nuestro yo no tiene respuesta, desocultar y nombrar dicha falla hace que, utilizando la metodología que te propone el Hermetismo, que nos permitamos darle una respuesta y alcanzar aquello que deseamos. Igual que cuando una computadora se enfrenta a algo para lo cual no está programada, y el usuario tiene que dar respuesta.

Claro, este camino en la medida que profundizamos en el conocimiento de nosotros mismos –profundizando en el análisis de la raíz más fundamental de esa tu falla a través del psicoanálisis- tendremos cada vez una respuesta más eficiente y más productiva en resultados.

¡Si te ha gustado este artículo, te invito a ver y escuchar mi más reciente producción que he realizado a través de La Caja de Pandora acerca de este tema, en compañía del Amigo e Iniciado Iván Sánchez!