EL
EGO Y SUS CUATRO TRAMPAS FUNDAMENTALES
Por
Juan Carlos Pons López
¡Saludos Amigo
lector! Hoy traigo para ti un tema ampliamente relacionado con lo que han
llamado el despertar de conciencia: el ego, y sus trampas. ¿Te interesa? ¡Acompáñame!
Primero que todo,
aclaremos a que me refiero cuando te hablo del ego. Las Enseñanzas Espirituales
del Oriente nos cuentan que esto que
llamamos Dios, la Fuente, la Conciencia Superior, el Campo Cuántico, el
Universo o aquella Fuerza Superior que nos trasciende deseó conocerse a sí
mismo, decidió conocerse a sí mismo por lo que no es, no por lo que es. Y en
ese proceso, se dividió en almas individuales para experimentarse desde
diferentes facetas y así aprender más rápidamente lo que no es, es decir,
separación.
Este punto de vista
nos coloca en una posición de dignidad muy superior al que el común de los
humanos se percibe: ya que piden la ayuda de ese Dios a través de oraciones,
aunque en realidad estamos aquí nosotros para ayudarlo a él. Aunque, en el
fondo, él y nosotros somos Uno, hablar de él y nosotros también es un
pensamiento de separación, pero te lo explico de esta forma para que te sea más
fácilmente entendible.
Estas almas, que
somos nosotros, experimentamos en diferentes mundos diferentes experiencias del
Ser, y en particular aquí en la Tierra, en la experiencia tridimensional,
requerimos un personaje, un avatar, para el juego que hemos venido a jugar, ya
que para aprender es necesario experimentar y jugar en esta realidad. Aunque
por momentos experimentemos sufrimiento o dolor, es parte del juego, así como
el goce y la alegría.
Y cuando hablo del
sufrimiento… ahí es cuando inicia propiamente el tema del artículo de hoy. Este
personaje, tal como en un juego de video, tiene unas características propias.
Este personaje, es el ego.
El ego se configura desde
que tu alma comienza a ocupar al cuerpo o vehículo físico en el vientre de
quien será tu madre biológica, hasta aproximadamente los 6 o 7 años de edad, a
partir de una programación, igual que un software informático, programación que
proviene de la información en el ADN que han aprendido tus padres, los cuales
te corresponden por tu grado de evolución, es decir, son escogidos por ti
mismo, no solamente características físicas, sino psicológicas, conductuales,
emocionales, patrones de comunicación, creencias, ideas, modos de ver el mundo,
etcétera.
También conforma al
ego la parte de la cultura imperante en la época que elegiste nacer: su música,
su arte, su deporte, las informaciones recibidas de tus profesores y amigos en
la infancia, el entorno social y económico con el cual decidiste encarnar
porque es la experiencia exacta que necesitas para tu evolución y tarea final
que es la que la Fuente te ha encomendado, Fuente que eres tú mismo por cierto,
útil recordarlo.
Ahora bien, ese ego
tiene como pilar fundamental la separación. Te hace creer que él eres tú, te
identifica a él, y te hace creer que está completo, es decir, que él es todo
cuanto existe y que nada fuera de él es posible. Y ciertamente, lo que está por
fuera de sus programaciones lo percibe como imposible.
Ahora bien, cuando
eliges vivir una vida desde las Enseñanzas Iniciáticas, una vida desde el
Sujeto, el Alma, la Conciencia que eres, el Self o Yo Superior, según la
terminología que uses, hay cuestiones que desde tu sujeto deseas y que están
por fuera de estas programaciones. Ahí justamente comienza el Camino
Iniciático.
Tu ego no puede
aceptar que exista algo por fuera de él y que pueda ser alcanzado. Y es un
estratega de primera línea, de manera que cuando tú te dirijas a desear algo
por fuera de estas programaciones y en lo real comiences a hacer acciones en el
mundo dirigidas hacia ese deseo, él queda por fuera del campo de experiencia de
esa situación y no puede hacer su función: que es garantizar tu supervivencia y
hacerte una predicción de lo que te ocurrirá con base a la información que dispone. Y no puede hacerlo porque no
dispone de información, y tal como una computadora a la cual quieres
solicitarle una función para la cual no está programada, pues se cuelga. En el
fondo nuestro cuerpo físico es un computador biológico cuántico.
Es decir, que la
función del ego no es buena ni mala.
Simplemente es. No puedes pedirle por ejemplo a Word que funcione como un
navegador de Internet porque esa no es su función.
Sin embargo, como un
gran estratega que es, tiene ya planeadas ante un inicio de algo nuevo en ti
cuatro trampas para disuadirte que te abras campo en terreno desconocido. Y es
útil que las conozcas. Ya que cuando como Sujeto deseas algo por fuera del ego,
te convendrá ser un Guerrero y hacerle frente a estas trampas del ego.
La primera trampa que
te hace es generarte la percepción que “no puedes” lograr aquello que te
propones. Te genera una emoción de frustración. Y aquí es fundamental la
separación como bastión fundamental, ya que desde la Unificación a la Fuente,
todo es posible. Te genera una dialéctica entre poder y no poder. En lo externo,
su densificación en el mundo se llama la política (como es adentro, es afuera,
el Kybalión). Pero, ¿cómo puede él decirte que no puedes si no tiene
información al respecto? Te dice “no puedes” como respuesta por defecto ante la
ausencia de información, para protegerte. Te frenas porque no puedes. No caigas
en la trampa de pensar que no puedes, tú eres la Fuente que lo puede todo.
Dirígete a lo que quieres, cuando te dirijas podrás.
La segunda trampa es
generarte la percepción que “no debes”. Te hace sentir culpable. Te genera una
dialéctica entre deber y no deber. Es decir, te monta un sistema moral que en
lo externo se ve reflejado en las religiones. Es decir, no discute contigo
acerca que puedas, sino que aun pudiendo no debes hacerlo, y allí genera una
serie de justificaciones y mandamientos de carácter moral que haces que te
frenes. Tampoco te conviene caer en esta trampa, la clave es dirigirse
utilizando la emoción oportuna en la situación.
La tercera de sus
trampas es “no tengo”. Te genera la idea que necesitas algo para conseguir eso
que quieres. Te genera una emoción de carencia. Genera una dialéctica entre
tener y no tener. En lo externo, está simbolizado en la economía y el dinero.
Te frenas porque no tienes. Y las Culturas Iniciáticas de la Humanidad procedían
al revés: no cuando tenga me dirijo a lo que quiero, sino cuando me dirija
hacia lo que quiero tendré lo que necesito. Es una inversión del pensamiento genial.
No caigas en la trampa del no tener, dirígete y tendrás lo necesario.
Y la cuarta trampa es
“no sé”. Te genera también una emoción de desaprobación al no saber. Te propone
una dialéctica saber o no saber. Quienes venimos del paradigma científico la
conocemos muy bien, ya que en lo externo se manifiesta como la ciencia. Te
frenas porque no sabes cómo hacer. Y las Culturas Iniciáticas de la Humanidad
procedían al revés también: no tengo que saber para dirigirme, tengo que
dirigirme para saber. Increíble. Es entonces a través de dirigirte como sabrás
lo que necesitas, no le hagas el juego a esta cuarta trampa.
Como ves, la
respuesta a las trampas es la de dirigirse hacia lo que quieres. Ahora bien, al
dirigirte hacia lo que quieres tu programación está en falta, por lo que el
camino hacia lo que deseas no está despejado y libre de dificultades.
La clave de continuar
en el camino y no rendirse es ir detectando lo que te ocurre en el afuera, y
escuchando lo que dices al respecto, haciendo lectura de qué te espeja el afuera
de tu falla en el adentro, qué desvíos digo con mi palabra y que observo en el
afuera que me detiene. Ponlo en palabras y dirígete a darle una respuesta a eso que es sutil.
Por ejemplo, si
deseas establecer una relación de pareja pero detectas que tu falla es ser
tímido, pues deberás cambiar el desde dónde te diriges: deberás bloquear la
timidez y dirigirte desde la persona segura de sí misma. En todo lo que actúes,
sientas, digas y pienses debe estar presente la seguridad en ti mismo. No te
identifiques tú a la falla de tu ego. Tu Sujeto es quien eres en realidad, no
el personaje, no el ego.
Y claro, como me
gusta decir, y a modo de conclusión: quien nunca se rinde, jamás puede ser
vencido. Mi frase preferida de Guerrero.
¡Ojalá te haya Sumado
este artículo y te invito a ver y escuchar mi más reciente producción en
Pandora TV y La Caja de Pandora acerca de este tema!
Academia Júpiter
Director: Juan Carlos Pons López
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