jueves, 22 de junio de 2017

LA ASTROLOGÍA Y LOS ARQUETIPOS MATERNO Y PATERNO

LA ASTROLOGÍA Y LOS ARQUETIPOS PATERNO Y

MATERNO

Juan Carlos Pons López





En el artículo de hoy voy a hablarte de dos arquetipos muy importantes en tu vida. El arquetipo materno y el arquetipo paterno, y dónde ubicarlos en la carta natal astrológica.

Digamos primero que un arquetipo es una estructura funcional que subyace a la conducta de un individuo, grupo o sociedad en su conjunto, estableciendo una serie de automatismos a los que se responde de forma espontánea. Hay una diferencia entre arquetipo y mito, ya que un mito es una leyenda que cada persona va encarnando.


El arquetipo materno

El arquetipo materno pone el amor y la conexión, te apega e identifica al mundo y te enseña a amarlo y a vincularte.
Si deseas obtener algún resultado en el mundo vas a tener que identificarte con tu resultado y aprender a amarlo. Si tenemos dificultad con el amor, podemos tener una deficiente figura materna en el hogar.

Amor es la integración de alegría, belleza y abundancia unificado en brillo, en vibración.

Mediante el amor, esto nos permite expandir todo lo conocido. Te permite el afecto, el talento. Todo es sí. Todo está permitido y todo está bien. Pero en el arquetipo materno no hay deseo, no puedo desear nada porque lo tengo todo.

Por este motivo se dice que nuestro crecimiento psíquico se termina a los 8 años, ya que es esa la edad donde debe comenzar la función paterna.

Este arquetipo se relaciona con el cuidado y la alimentación del niño cuando es muy pequeño.

El arquetipo materno en la carta natal está bien relacionado con la Luna, el signo donde ésta se encuentra, la casa que esta ocupa y los aspectos. También Venus desde el amor tiene relación con este arquetipo, pero de una forma distinta.

LA LUNA


Domina la noche, representa el principio femenino-maternal y la fecundidad. Rige el mundo de los sueños, el subconsciente. Rige en la menstruación, la digestión. Desata impulsos instintivos, edifica poesía, mito, folklore, cuentos de hadas, magia, fábulas y canciones de cuna.  Es la madre, la esposa, la reina. Es doméstica, familiar, es emocional. Símbolo también de fecundidad e imaginación.

VENUS


Es Afrodita, la gran seductora. Símbolo de seducción y atracción. Símbolo de la primera juventud y rige en lo físico el sistema genito-urinario. Simboliza el amor, posee una naturaleza afable, placentera y dulce. Se relaciona con todo lo lúdico de la vida, la belleza y el arte.

Es el principio del amor y del afecto. Estimula lo social, la armonía y el equilibrio. Símbolo de amistad, de simpatía, de placer, de tacto, delicadeza, gracia y buen gusto. Es nuestra actitud pasiva de respuesta frente al galanteo.

El arquetipo paterno

El arquetipo paterno te da referentes, pone la dirección: desde dónde, por dónde, adónde, este arquetipo enseña a cortar con lo que amamos, cortar con nuestros apegos e identificaciones, me permite ir más allá de lo conocido por mí y por lo tanto me invita a buscar mi parte divina.

Cuando no sabemos salir de nuestra zona de confort o cuando no sabemos adónde dirigirnos es porque no tenemos bien identificado este arquetipo en la psique por una deficiencia de figura paterna en el hogar. Si quiero ser yo mismo tengo que cortar con el arquetipo materno y eso lo hace el arquetipo paterno.

El poder del arquetipo paterno es el deseo. Deseo algo porque no estoy completo. Te permite decidir. Si no está integrado el arquetipo paterno seremos niños siempre porque no hay crecimiento.

Es la figura que te dice que no, que te prohíbe, que te pone límites. Aquí debe el niño integrar la dualidad. Desde el momento que se niega algo, aparece el deseo. Te permite crear lo que no tienes, lo no conocido. Sin embargo, es este mismo deseo lo que te permite trascender las leyes que te pone la figura paterna.

El arquetipo paterno en la carta natal puede verse en el Sol (protección, incentivación, dirección) y en Saturno (prohibición, castración, limitación).

EL SOL


Apolo, hijo de Júpiter, luminaria resplandeciente, generadora de fuerza, de luz, de calor. Símbolo de la luz, arquetipo del ser humano iluminado por el conocimiento.

Es el principio masculino, la virilidad, el heroísmo, la autoridad, la creación, el poder, la magnanimidad, la protección y la organización. Rige el sistema cardiovascular.

SATURNO


Principio de concentración, del orden, contracción, inercia y abstención. Es frío y triste. Representa la vejez, con todo lo que tiene de negativo y de positivo. Símbolo del tiempo, del reloj de arena.

Rige la disciplina, las pruebas y los obstáculos. Incita a la seguridad, la prudencia, la reflexión, la estabilidad, la madurez, la consolidación y la limitación. Símbolo del deber y del trabajo, de la responsabilidad, de la paciencia, la persistencia, la seriedad, el temor, la preocupación, la codicia.

Representa la sabiduría adquirida por experiencia y representa a la experiencia misma. Es pesimista, busca la soledad. Símbolo de la tradición y de lo conservador. Es intransigente.


¿Cómo me puedo poner arquetipo materno y arquetipo paterno saludables si no los he tenido de niño?

Estos arquetipos se te dan para que cuando crezcas puedas decidir cuándo deseas lo que sí y cuando lo que no. Para que cuando crezcas puedas integrar ambos arquetipos en tu psique.

Ahora, para ponerme un adónde no necesito saber si te va a gustar o no. Simplemente, se debe tomar la decisión.

Si ponemos como arquetipo materno a mi madre biológica, pero mi mamá no es un sano arquetipo, porque es alcohólica, o porque es pobre, o drogadicta, o no me da afecto, o me controla, entonces eso hará que no pueda estar estable, porque la estabilidad es la función materna. Brindar estabilidad, sostén y nutrición. Es la gran proveedora.

Si en cambio pongo el arquetipo materno en la Tierra, siempre estaría colmado de estabilidad y eso no me afectaría cuando yo tenga que ejercer la función materna en mi vida.

Lo mismo vale con el padre biológico. Puede ser que él  no me vaya provisto de orientación y guía sobre lo que puedo hacer y lo que no, o puede que lo haya hecho en exceso. Quizá no me definió claramente los límites, o no supo orientarme, no me protegió o quizá él mismo no sabía ponerse límites porque su padre tampoco lo hizo.

Si pongo el arquetipo paterno en el Sol, siempre tengo un lugar adónde ir, tengo un adónde. Y como en nuestro psiquismo está estructurado el hecho que no me puedo permitir superar a mi padre, mientras más alto sea el referente paterno es mejor para mí. Evolucionaré hasta llegar al Sol. Hasta que no sea el Sol, no paro de crecer.

Cuando tenga problemas con mi padre o cualquier conflicto, no podría crecer, tendría que ir a terapia. Pero si mi arquetipo paterno es el Sol y no mi padre a mi psiquismo no le importa.

Claro, para sustituir un referente arquetípico por otro, por supuesto que deberás hacer primero un ritual para abandonar a tu anterior referente. Puedes usar fotografías de tu mamá/papá biológicos, expresar todo aquello que sentías en relación con ella/él y a los roles que debieron cumplir, y que has tenido silenciado, agradecerles, perdonarte y perdonarles y justificarte el cambio de referente por tu mayor evolución que está detenida mientras sostengas ese referente anterior.

Te invito a ver y escuchar el vídeo que realicé para La Caja de Pandora sobre este tema en el enlace siguiente: 


 Academia Júpiter
Director: Juan Carlos Pons López
Astrología – Tarot – Numerología – Hermetismo – Enseñanza Iniciática
Asesorías – Consultas – Cursos – Talleres – Ebooks
+58 424 2236744 / +58 416 8179269
Grupo de Whatsapp “Astrología Iniciática” +58 424 2236744

No hay comentarios.:

Publicar un comentario