LA
ESFINGE DESDE LA ENSEÑANZA
Por
Juan Carlos Pons López
Aquellos que hemos
tomado la inquebrantable decisión de hacernos Iniciados en este Recorrido de la
Enseñanza, sabemos muy bien que es inevitable que en el camino hacia alcanzar
nuestros Resultados Iniciáticos, aparezcan sí y sí desvíos. Si no aparecieran dichos desvíos, es posiblemente
debido a que los resultados que nos proponemos obtener ya estaban programados
en nuestros yos. Y claro, para eso no necesitamos un camino de Enseñanza. Éstos
no constituirían ningunos Resultados Iniciáticos.
Tampoco debemos caer
en la trampa del yo que te dice que “si es muy difícil de lograr, es que no era
para ti”. Trampa muy presente tanto en todas las religiones como en los
movimientos New Age, cuyas distintas formas se detectan con facilidad, porque
ponen tu poder en el afuera.
Esto implica que, en
nuestro camino hacia nuestros Resultados Iniciáticos, pronto tendremos que
cambiar el desde dónde, ese lugar, posición o coordenadas desde dónde hacemos
lo que hacemos, aquellas creencias, prejuicios o preconceptos desde donde
intentamos ingresar a nuestros Resultados Iniciáticos.
Inclusive, ni
siquiera el mismísimo Dios se vio eximido de hacerlo, cuando según la Biblia, luego
de haber creado a la Humanidad, "Ordena" el diluvio universal y
arranca otra vez en una segunda fase, segunda fase que se Ordena gracias a lo
que hubo detectado como fallas en la primera fase.
Este concepto de la
Enseñanza se conoce como el Arranque
Bifásico. Arranque en el cual debemos considerar primero que todo una
autoevaluación, que incluye los llamados considerandos
y que surgen del conocido Diagrama de Peirce. Una vez que hayamos realizado
la autoevaluación es que podemos habilitarnos para poner en marcha la segunda
fase, y no antes.
El Arranque Bifásico
va a ponernos tres factores en juego: una casualidad (no una simple señal) que
se detona y que cambia de una forma clara la obtención del Resultado Iniciático,
esa casualidad genera un cambio en nuestros desde dóndes que hasta ahora habíamos
usado, y surgirá también el factor obstaculizante, limitante, castrante que es
lo que en la Enseñanza conocemos como La
Esfinge, la cual intentará por todos los medios posibles a su disposición equilibrar
la fuerza que hemos hecho para movernos en una dirección. Toda fuerza genera
una contrafuerza de sentido contrario.
El simbolismo de La
Esfinge se encuentra a la entrada misma de la Gran Pirámide. Si la observamos, es
enigmática, misteriosa… casi te preguntas… ¿Qué hace esto aquí? Y es que cada
vez que tratemos de llegar a un lugar valioso en nuestra vida, La Esfinge se
interpondrá en nuestro camino para evitar que logremos aquello que nos hayamos
propuesto, bajo una gran multitud de formas. No debemos dejarnos engañar por su
multitud de formas: todas obedecen a los mismos desde dóndes del yo y a la
misma estrategia. Que cambien de forma es meramente otra estrategia más del yo
para distraernos y que no entendamos su estrategia.
La pregunta importante
que debemos respondernos aquí es: ¿y para qué quiere semejante cosa La Esfinge?
La lógica de La Esfinge es presentarse ante nosotros como una sumatoria de todo
aquello que nos resta fuerza, que nos hace caer en trampas, que nos vuelve
inseguros, temerosos; en otras palabras, todo aquello que no hemos resuelto, todo
aquello a lo cual no hemos dado respuesta en nuestra vida.
Cuando llevamos a
cabo el Arranque Bifásico, hay algo más que habremos aprehendido en el proceso,
algo decisivo y fundamental para quienes queremos constituirnos en Creadores de
Nuestra Propia Realidad. Este aprendizaje es que si nuestro cambio de desde
dónde encaramos la situación nos habilitó a dejar atrás y a vencer aquello que
parecía que podía detenernos, entonces nunca jamás, el obstáculo que tendría el
poder de frenarnos o detenernos, viene desde afuera. Si nos permitiéramos detenernos
ante Eso, es porque desde adentro estamos Ordenando Nuestro Universo para que
ese obstáculo se nos presente como irresoluble. Entonces, no es lo externo lo
que nos frena, sino que somos nosotros quienes nos permitimos frenarnos ante
Eso.
Pero… si ya sabemos
que nada externo puede detenernos, entonces en ningún momento debemos caer en el
combate hacia afuera. En culpar al afuera o al otro. Quien hace esto pone pierde
su poder al colocarlo afuera.
Otra trampa que nos
hace el yo es pensar que si todavía no hemos obtenido el Resultado que deseamos
es porque todavía no es el momento, por lo que sólo resta esperar. Es otra
forma de la misma trampa: el Resultado que deseamos está afuera y tiene que
llegarnos.
La tercera trampa es
pensar que si no hemos obtenido lo que queremos, es porque quizá no sea para
nosotros, si con todo lo que hemos hecho no lo hemos alcanzado el Resultado, no
lo alcanzaremos. Es la justificación, que en el fondo trata de lo mismo: que el
poder está afuera.
Visto desde este
punto de vista, La Esfinge es en realidad
un Maestro disfrazado. Nos enseña a ir más allá de la imagen que tenemos de
nuestro Resultado y de la idea que tenemos del mismo.
Desde la Astrología,
el planeta que representa estos mismos principios que La Esfinge, es Saturno:
él representa nuestras limitaciones, fallas, obstáculos y castraciones. Pero
como se conoce en la Enseñanza, donde se origina el problema, allí está la
solución: también muestra madurez, disciplina, figura paterna, responsabilidad
y paciencia, virtudes que nos permitirán consolidar y materializar nuestros
propósitos.
Desde la
Numerología, los llamados Nueve Sectores del Inconsciente también muestran en
cuáles arquetipos numéricos se encuentran nuestras fallas e inexperiencias, y
este mismo estudio numerológico puede mostrarte la forma de dar respuesta a las
mismas.
También desde una
interpretación del Tarot, puedes preguntar por las fallas, las formas como se
presenta La Esfinge y la respuesta más conveniente para ti representada en tus
desde dóndes, adóndes y por dóndes que te permitirá tener un grado más avanzado
de conciencia acerca de este tema. Igualmente se puede practicar una lectura
basada en el Diagrama de Peirce: ¿qué me resulta posible en esta situación?
¿qué imposible? ¿qué necesario? y ¿qué contingente?
Academia Júpiter
Director: Juan
Carlos Pons López
Astrología – Tarot –
Numerología – Hermetismo – Enseñanza Iniciática
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