LA
ASTROLOGÍA COMO CAMINO DE CRECIMIENTO PERSONAL
Por
Juan Carlos Pons López
La Astrología es una
tradición milenaria de la Humanidad. Se pierde uno en el tiempo cuando se desea
rastrear sus orígenes. Se habla de sus orígenes desde la antigua Lemuria. Todos
los grandes iniciados de la Humanidad han conocido sus técnicas, incluyendo
hombres de ciencia, políticos y papas.
Sin embargo, desde la
época del racionalismo científico, hablamos de la época de Newton, Pascal,
Descartes… esta excelsa área de conocimiento, a mitad de camino entre las ciencias
y las humanidades ha caído en manos de una vulgar simplificación de sus
fundamentos. El hombre común de esta época dice no creer en la Astrología, en
realidad en lo que no cree es en la simplificación de la Astrología que le
proponen horóscopos y signos solares.
Pero… la Astrología
no es una cuestión de creer o no creer. Es la ciencia de los ciclos que rigen
tu vida y las humanidades que explican tu comportamiento desde mil ángulos
diferentes y con un nivel de profundidad que sería difícil que lograses por ti
mismo sin una herramienta como ésta. Decir “no creo en la Astrología” sería
como decir “no creo en las Matemáticas, ni en la Física, ni en la Astronomía,
ni en la Antropología, ni en la Mitología, ni en la psicología, ni en la
Geografía, ni en las Ciencias Naturales, etcétera”. Más allá que la Astrología
se apoya también en las Leyes Herméticas.
Más aún, la
Astrología Iniciática te propone un camino de crecimiento y transformación
personal. Va más allá todavía de la llamada Astrología
Psicológica, porque no se contenta con explicarte en pleno detalle todo tu
ser.
Este enfoque de la
Astrología te permite, además del conocimiento de ti mismo, máxima del
conocimiento esotérico, combinarla con los saberes de la Enseñanza Iniciática
para proponerte, en primer lugar, desde cuáles programaciones automáticas de tu
psiquismo actúas sin saberlo, sino también te desvela los por dóndes que
facilitarán alcanzar aquel Resultado que te propongas.
Este enfoque es
radicalmente distinto del enfoque predictivo, que te convierte en poco menos
que una víctima de los astros, enfoque desde el cual tu caes en una zona de
pantano conocida por el psicoanálisis iniciático (víctima, victimario y
salvador), y solamente puede ofrecerte quedarte en esta cómoda zona de pantano,
pudiendo caer en el deporte favorito de la humanidad: echarle la culpa a algún
planeta. En especial los favoritos de la culpabilización son Saturno, Marte y Plutón.
Tanto así, que en la Astrología Antigua se los llamaba maléficos.
Sin embargo, este
enfoque ha quedado atrás. La entrada de la Nueva Era, a partir del 22 de
diciembre de 2.012, ha traído un enfoque renovado a todo este tipo de herramientas
ancestrales. Pero la Nueva Era no es algo que vaya a llegar en lo externo, es
algo que debe producirse en el interior de cada uno de nosotros. A la Nueva Era
se llega de uno en uno. Aun viviendo en el mismo planeta, durante un tiempo
coexistirán dos humanidades diferentes: los que hayan apostado por un camino de
crecimiento y transformación personal, y aquellos que siguen aferrados a los
viejos cuatro paradigmas (política, economía, religión y ciencia) y apuestan
por el cambio de lo externo.
Esta forma de ver el
mundo entrega tu poder como ser divino a lo externo. Como en el Arcano I del
Tarot de Marsella, El Mago representa al hombre como el constructor de su
propia realidad.
Y precisamente, este
nuevo enfoque la Astrología viene a recuperar lo que fue su función original.
Una herramienta que te permite saber desde que programaciones inconscientes
estás funcionando en modo automático, para que puedas llegar a Existir
eligiendo el tipo de vida que deseas llevar y que no lleves una vida programada
como la de un robot. Una herramienta que te permite saber cuáles son los momentos
en los cuales las energías del Universo cooperan a tu favor y cuándo debes
aprender a manejar energías adversas a tus resultados.
En resumen, una
herramienta invalorable de crecimiento personal.
Astrólogo Juan Carlos Pons López
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