ACADEMIA JÚPITER Hermetismo: CARL GUSTAV JUNG, UN ANÁLISIS ASTROLÓGICO DE SU CARTA NATAL

CARL GUSTAV JUNG, UN ANÁLISIS ASTROLÓGICO DE SU CARTA NATAL

Por Juan Carlos Pons López

En el artículo de esta semana, recorreremos una mirada desde la Astrología a la vida y obra de Carl Gustav Jung, nacido en Cantón de Turgovia, Suiza, el 26 de Julio de 1.875, a las 19:32 horas LMT de acuerdo con la más prestigiosa fuente de datos astrológicos en el mundo, Astrodatabank.

Genial, médico, psiquiatra, psicólogo y ensayista entre otras cosas. Fundador de la Escuela de Psicología Analítica y figura clave del Psicoanálisis. Se le relaciona comúnmente con Sigmund Freud, de quien fuera colaborador en los inicios de su carrera. Su abordaje teórico y clínico enfatizó la conexión de funciones entre la estructura de la psique y la de sus manifestaciones culturales. Esto le impulsó a incorporar en su metodología nociones procedentes de la antropología, la alquimia, la interpretación de los sueños, el arte, la mitología, la religión y la filosofía. Su teoría del Inconsciente Colectivo es su más conocida.

Comparto contigo su carta natal astrológica:

Formará parte del seno de una familia de ascendencia alemana y de tradición religiosa. Su padre era pastor luterano dentro la Iglesia Reformada Suiza, y sus padres pertenecieron a dos importantes familias de la Basilea del siglo XIX. Su madre presentaba una personalidad disociativa (múltiples personalidades). Un primer hermano de Jung, llamado Paul, muere al poco tiempo de nacido. Su abuelo paterno fue un prestigioso médico y su abuelo materno era un presbítero de la iglesia suiza. Aunque en seno de su hogar había una relación muy próxima y afectuosa, de niño muy solitario e introvertido. Siempre cuestionó la forma como su padre veía el mundo de la fe y la considero “tristemente precaria”. En relación con este tema, esta cita es de su obra “Recuerdos, Sueños, Pensamientos”:

“La «religión teológica» no podía servirme para nada, pues no correspondía a mi experiencia de Dios. Sin esperanza de saber, exigía creer. Esto lo había intentado mi padre con grandes dificultades y había fracasado en ello. Mal podía mi padre defenderse contra el ridículo materialismo del psiquiatra. ¡Esto era también algo que debía creerse exactamente como la teología! Yo estaba más seguro que nunca que a ambas les faltaba tanto la crítica del conocimiento como la experiencia”.

Este contexto familiar se ve claramente en el mapa natal astrológico, cuando observamos al afectuoso signo zodiacal de Tauro como cúspide de la casa IV que representa el hogar y los padres. El origen extranjero de sus padres se observa en los aspectos que hace Venus, regente de Tauro, con Júpiter y el Nodo Lunar Norte en la Casa IX, la casa del extranjero y de los extranjeros. La relación en su familia con la religión se ve claramente en el hecho que Saturno, regente de la casa XII (donde se pueden ver los sistemas de creencias), también significador de su padre, realizando un aspecto a un ocupante físico de la casa III (familia por extensión), Plutón. Este aspecto sugiere las palabras que cité de Jung, ya que el aspecto es tenso y la tensión originada está entre el pragmático signo de tierra, Tauro, y el signo de aire, Acuario, marcando una diferencia entre saber, experimentar y la utilidad práctica de estos sistemas de creencias. Igualmente Plutón ocupando la casa III en aspecto tenso a Saturno el casa I sugiere una muerte en la familia en la infancia). La soledad de su infancia está simbolizada con Saturno en la casa I, y la personalidad disociada de su madre en los aspectos tensos de Venus que representa a su madre y que ocupa la casa VI (salud) y conjunto a Mercurio, clásicamente un planeta que se asocia con lo dual.

Jung no era, sin embargo, opuesto a la religión, sino que por el contrario declararía que el ser humano es religioso "por naturaleza" y en su trayectoria profesional rescataría el valor de la experiencia religiosa para el entendimiento de la mente humana, utilizando el lenguaje simbólico presente en la tradición cristiana y reinterpretándolos desde un enfoque psicológico. Por esto mismo, la religiosidad fue uno de los objetos principales de su estudio, y más tarde mostraría interés por el misticismo.

Esta “naturaleza religiosa” es una proyección de sí mismo, con Saturno, regente de la casa XII, la religión, en la casa I, la personalidad. La reinterpretación de estas estructuras religiosas desde su propio punto de vista es clásico de Saturno en el signo renovador de Acuario.

Durante su adolescencia, leía con mucho entusiasmo obras de filosofía de autores como Goethe, Von Hartmann o Nietzsche. Jung deseaba estudiar arqueología en la universidad, pero su familia no tenía los recursos para enviarlo fuera de Basilea, ya que allí no dictaban esta carrera. Contrariamente al gusto de su entorno cercano se inscribió en la carrera de Medicina de la Universidad de Basilea, donde se volvió mucho menos introvertido y mucho más vital. Su interés por el ocultismo está presente en su tesis doctoral “Acerca de la psicología y la Patología de los Llamados Fenómenos Ocultos”.

En su carta la adolescencia la rige Mercurio, regente de la casa V, planeta de la lectura y el aprendizaje, en aspecto con Júpiter, significador de la filosofía, y remite al aspecto tenso de su madre (Venus) y su relación con el extranjero con Júpiter, planeta de los viajes al extranjero, y al aspecto tenso que hace con el Nodo Lunar Norte, significador de su destino, en la casa II (recursos económicos). “Contrariamente al gusto de su entorno” hace referencia a Venus (también regente de la casa III, significador también de su entorno inmediato) en aspectos tensos.

Jung valorizó el tratamiento individual de sus pacientes, y le concedía mucho valor a la historia familiar oculta de los mismos, trabajando al mismo tiempo con su consciente pero también con su inconsciente. Para él, la cura de sus pacientes ocurre en la medida que cerramos el abismo entre lo consciente y lo inconsciente.

Este enfoque es indudablemente explicado por su Sol en Leo en la casa VII, la casa de las relaciones, y el Sol en Leo representando la esencia individual de estas relaciones. La “historia familiar oculta” de sus pacientes tiene que ver con su Neptuno (lo inconsciente colectivo, y por lo tanto, lo oculto) en aspecto tenso con el Sol, así como el aspecto tenso de Urano (la consciencia colectiva), ocupante de la casa VII, con la Luna (lo inconsciente personal).

En su etapa de colaborador de Sigmund Freud, siempre discrepó de éste en cuanto a ver como el origen de todas las psicopatías únicamente en el aspecto sexual que parecía obsesionar a Freud, y ya para 1.913 ocurre una ruptura definitiva entre ambos. Esto da inicio a una segunda etapa de su carrera.

Las discrepancias con quien fue su mentor y colaborador están claramente simbolizadas en Marte, el planeta de los conflictos, en el signo de Sagitario, conflictos por ideologías y filosofías de vida, en la cúspide de la casa XI (los maestros y colaboradores). En 1.913 el planeta Marte natal de Jung recibía tránsitos difíciles con Saturno y Marte por oposición y Quirón y el Nodo Lunar Norte por cuadratura. El propósito del tránsito de Saturno era exigirle que estructurase su propio sistema de creencias, más allá del de sus maestros.

A partir de este momento, la mitología comienza a cobrar una relevancia fundamental en su trabajo, y su punto de culminación es el llamado “Libro Rojo” en 1.930, pero que recién en 2.009 fue hecho público, y donde la alquimia tuvo un papel importante. Acerca de los sueños, este tema fue siempre su pasión, perseguida con tenaz persistencia.

Su “pasión, perseguida con tenaz persistencia” por el mundo de los sueños está simbolizado en su aspecto tenso (cuadratura) entre su Sol en Leo y Neptuno en Tauro, ambos signos fijos y persistentes.

Viajó mucho por el mundo, gracias a sus honorarios y a la venta de sus libros. Entre los lugares que conoció, cito a África del Norte, Nuevo México, Kenia, Uganda, India, Italia entre otros, donde tuvo contacto con las Culturas Iniciáticas de estos lugares del planeta, aprendiendo de su mitología y sus rituales.

Sin duda, la apertura a los viajes tuvo que ver con Júpiter, planeta de los viajes, en la casa IX, la casa del extranjero. A pesar de los aspectos tensos, que Júpiter se encuentre en un signo cardinal (Libra) lo motivó a tomar iniciativas al respecto, ayudado por un aspecto fluido con Marte, y también debido a la Rueda de la Fortuna en Escorpio (lo misterioso y oculto) ocupando esta casa. Seguramente contactó en estos viajes mucho con sus propios demonios internos, y por esto la frase conocida de Jung:

De acuerdo con su punto de vista, para entender completamente la estructura y función del psiquismo, eran vitales los mitos, los sueños y las psicopatologías que operan sistemáticamente en las profundidades de la vida anímica inconsciente. Sin embargo, para Jung, lo inconsciente per se es, por definición, incognoscible. Lo inconsciente es necesariamente inconsciente— ironizaba. De acuerdo con esto, sólo podría ser aprehendido por medio de sus manifestaciones: los Arquetipos, a cuales Jung los calificaba como patrones de comportamiento. Los Arquetipos modelarían la forma en que la conciencia humana puede experimentar el mundo y auto-percibirse; además, llevarían implícitos el conjunto de respuestas posibles que es posible observar, en un momento determinado, en la conducta particular de un sujeto. Esto lo que le permitió postular la existencia de un Inconsciente Colectivo.

El hombre accedería a esa dinámica inconsciente en virtud de la experiencia subjetiva de estos símbolos, la cual es mediada por los sueños, el arte, la religión, la mitología, los dramas psicológicos representados en las relaciones interpersonales, y los propósitos íntimos. Jung sostenía la importancia de profundizar en el conocimiento de ese lenguaje simbólico para consolidar la consciencia individual sobre la potencia de este mundo inconsciente.

Es indudable que tener a Escorpio como planeta regente de la casa X (profesión) induce a elegir profesiones relacionadas con la psicología, la psiquiatría, el psicoanálisis y el ocultismo. Y además Lilith, la Luna Negra, en la cúspide, es la cereza en la punta del pastel. Y tener a Plutón, regente de escorpio, en aspecto tenso con Saturno en Acuario, lo motiva a querer conocer la estructura del psiquismo.