¿PORQUÉ
FUNCIONA LA ASTROLOGÍA?
Por
Juan Carlos Pons López
¡Saludos, amigo lector! Hoy tengo para ti un tema muy
interesante y que fue el título de mi ponencia en el Congreso Internacional de
Astrología en Caracas de 2.014. Aquellos que niegan la Astrología, normalmente
lo hacen desde un desconocimiento absoluto de sus fundamentos, basados
únicamente en esta Astrología simplificada de horóscopos que ven en algunas
revistas, periódicos, televisión y ahora redes sociales. Astrología ésta que
dista mucho de ser genuina.
Incluso, para aquellos que les gusta la Astrología, a
veces tienden a justificarlo como una creencia diciendo que creen en la
Astrología. En este artículo te expongo varios argumentos, desde los más
filosóficos, herméticos incluso científicos que te muestran que la Astrología
no es una cuestión de creencias.
En la antigüedad remota, se pensaba que la Astrología
funcionaba por efecto de rayos invisibles que los planetas hacían llegar a la
Tierra. Naturalmente, esta percepción del funcionamiento de la Astrología es
tan extraña como la creencia de la antigüedad que la Tierra era plana y que era
el centro del Universo. Aunque en los próximos párrafos veremos que esta idea
quizá no estuviese demasiado alejada de la realidad.
El psiquiatra Carl Jung consideraba muy en serio a la
Astrología. Según su punto de vista, la Astrología funciona debido a la ley de
la sincronicidad, es decir, que las relaciones planetarias que ocurren en el
cosmos no son las responsables de la conducta humana, sino que simplemente ambos
son eventos que ocurren al mismo tiempo. Y al ser síncronos, lo que ocurre en
el cosmos, si se descodifica, puede utilizarse para saber lo que ocurre en la
Tierra.
En la obra clásica del Hermetismo, “El Kybalión”,
documento del siglo XIX que resume la filosofía hermética, las siete leyes del Hermetismo
son: la ley del mentalismo, la ley de correspondencia, la ley de vibración, la
ley de polaridad, la ley del ritmo, la ley de causa y efecto, y la ley de
generación. En mi criterio, la Astrología funciona no solamente por la ley de
sincronicidad como opinó Jung, sino también por la ley de correspondencia, la
ley de vibración, la ley del ritmo y la ley de causa y efecto. Evidentemente el
postulado de la ley de correspondencia “como es arriba es abajo” es estructural
en la comprensión de la Astrología. Aquí este tema únicamente da material para
otro artículo.
Desde un punto de vista más científico y menos
esotérico, podemos citar el planteamiento del surafricano Percy Seymour,
miembro de la Real Sociedad Astronómica, que en su libro “La Prueba Científica
de la Astrología” plantea que el desarrollo del cerebro de un bebé humano puede
verse influenciado por los campos magnéticos de la Tierra, y éstos a su vez se
ven afectados por los campos del Sol, de la Luna, y en otra medida otros
planetas como Venus, Marte y Júpiter.
Desde el ángulo de la física moderna, Albert Einstein
demostró antes de la aparición de la teoría cuántica que el espacio y el tiempo
no son entidades separadas. En su teoría del campo unificado sostiene que la
esencia del universo no son las partículas, sino los campos. El hecho que en
las observaciones influya el observador nos dice que la ciencia y el hombre no
pueden ser completamente objetivos y que nosotros y el cosmos somos Uno.
Luego, desde la física cuántica, el físico cuántico
Eugene Wigner sostuvo que es la conciencia del observador la que define las
condiciones de las partículas, estando éstas en estados potenciales hasta que
esta se manifiesta con nuestra observación de un modo determinado. Todos
coinciden en cuanto a que en el mundo cuántico todo está interconectado y no
hay separación entre nosotros y el resto del universo, que formamos un sistema
unitario, lo que nos devuelve nuevamente a los postulados del esoterismo
hermético, como el perro que se muerde la cola.
Otro punto de vista interesante sobre el
funcionamiento de la Astrología, muy reciente y cuya anudación ha sido hecha
por mi persona, tiene que ver con los descubrimientos del Ph.D en biología
celular, el Dr. Bruce Lipton. En su obra “La Biología de la Creencia” afirma
que sus experimentos comprobaron que el humano necesita las proteínas de sus
células para moverse y generar una conducta, y éstas necesitan una señal del
campo cuántico. Afirma que nuestra biología no está determinada irreversiblemente
por los genes, y que éstos serían únicamente como planos en una construcción. Mi
anudación consiste en que las señales de energía se consiguen en el campo
cuántico, y este campo está siendo influido por los planetas, que también son
energía, emitiendo vibración y señales. Por lo tanto, los planetas influencian
al ADN y a la conducta humana.
A modo de conclusión, pienso que existen niveles de la
Astrología que no pueden explicarse por medios científicos observacionales, a
pesar de las comprobaciones estadísticas que proporcionó Carl Jung, ya que
estos métodos se refieren solamente al nivel material de la realidad. Hay
niveles superiores en la Astrología que trascienden el nivel material. Tiene
que ver con el subconsciente, con lo simbólico, con lo arquetípico, con las
emociones, con lo psicológico, con el alma, incluso con lo espiritual. Allí, el
paradigma de la ciencia queda muy pequeño para poder decir que quiere pruebas
científicas de que la Astrología funciona.
Academia Júpiter
Director: Juan
Carlos Pons López
Astrología – Tarot – Numerología –
Hermetismo
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